Saturday, March 10, 2007

Uffff....India

India (26 de diciembre 2006 al …)

Despegamos desde Sydney el 25 de diciembre rumbo a Bangkok, en un de vuelo de Emiratos. Impresionante la línea aérea. Con decir que teníamos menú a elección, tragos varios y un sinfín de películas y entretenciones capaz de mantenerme despierto durante toda la noche. Ya en Bangkok, el plan era quedarse unos días para recorrer la ciudad, pasar el año nuevo y sacar pasajes a Calcutta.


La anterior impresión que tenia de Bangkok, caotica y agobiante, varió bastante. Ya que dándole el tiempo suficiente, y explorándola fuera del circuito típico turístico, esta se torna amigable, alegre y bastante cool. Eso no quita la fuerte contaminación, el incesante tráfico, la ausencia de áreas verdes y la pobreza que se ve en varias de sus esquinas, pero aun asi, vale la pena quedarse una semana. A falta de pasajes inmediatos, nos dimos otra semana de espera en Koh Tao, donde aproveche de mejorar mis habilidades como buzo –hoy figuro como avanzado- además de aprovechar de los últimos días de playa.

Kolcatta

El 7 de enero aterrizamos en Kolcatta (ex Calcuta), mejor conocida como la ciudad de la alegría. La primera impresión del aeropuerto internacional simbolizó un canapé de lo que se venía,…algo no tan alegre. Congelado en la década del 40 y más encima cayendose a pedazos, nos dio una bienvenida bastante desconcertante. Despues de pasar inmigración y cambiar unos cuantos dólares, salimos de las dependencias a tomar el taxi prepagado hacia Sudder St, zona donde nos alojaríamos. La escena era animada por esqueleticos taxistas, algunos mendigos, y otros cuantos vendedores ambulantes que nos miraban -a quien relata y a mi choqueda compañera- como si fuésemos dos pollos recién asados listos para pegarles una mascada. Nunca con malicia, pero si con hambre. Asi que nos subimos al taxi, un modelito Ambassador del año 50, y partimos tocando la bocina. Manejar y tocar la bocina en este país son sinónimos. El camino a la ciudad era un CAOS, daba una sensación entre risa y susto. A cada segundo parecía que íbamos a chocar con algún auto, micro, carreta, bicicleta, vaca,…en fin, lo que sea. El flujo vehicular no tiene ningún sentido, dirección, respeto,….NADA. Así que vamos tocando la bocina, más unas cuantas chantadas y virajes bruscos por una atestada ruta no muy finamente decorada,….toda una experiencia.

Ya instalados en un hotel al cual los ratones no llegaban, o al menos, no mientras estábamos nosotros en la pieza, nos lanzamos a conocer esta contradictoria ciudad. Actualmente rebautizada como Kolcatta, también fue conocida como la "perla de oriente", ya que fue la base de la compañía británica de comercio en las indias. Asi se levanto con una pompa impresionante, con espectaculares edificios (de notable arquitectura y lujo), grandes avenidas, parques y dividida por el Hooghly river. Dentro de sus iconos mas conocidos se encuentran el tremendo parque llamado East Gardens y un no menor mausoleo dedicado a la reina Victoria. En fin, es una ciudad construida al puro mas puro estilo britanico, donde no se ahorro en nada. El problema, es que desde la salida de los ingleses que no se le hace mantención, produciendo un nivel de deterioro abismante. Hoy parece una ciudad en guerra, que se cae a pedazos, donde la pobreza, la contaminación, el hacinamiento, la basura, las ratas, y las infecciones, son parte del paisaje, lo que contrasta con el fuerte desarrollo económico, cultural y académico actual de la metrópolis (donde?). Sólo como botón de muestra, Kolkatta tiene cuatro canales de televisión,… ¿Quién los entiende? Aun así, la ciudad, o más bien la gente, son muy cálidos (aparte de insistentes) y parecieran ser bastante ingenuos. Siempre están dispuestos a posar para la foto, y más de uno se acerca a conversar, o bien, a puro sapear. Como negociantes, son durísimos, unos verdaderos magos para hipnotizar a su víctima a punta de una labia impresionante y unos cuantos cuentos. Hasta te pueden inventar que la hostal a la que uno se dirije se quemo, o se la trago la tierra, así no te queda otra más que ir a parar al hotel donde sacan una cometa por cada ingenuo viajero (a nosotros no nos la hicieron). Le dimos tres largos días a la ciudad para recorrer y de ahí nos echamos al broiler.



Bodghaya

Tomamos el tren nocturno hacia Bodghaya. Ahí esperábamos encontrar la iluminación al igual que buda hace más de 2500 años atrás, mas no lo conseguimos. Lo que si conseguimos, fueron buenísimas fotos y videos del millar de peregrinos que visitan el sagrado árbol en esta época del año. Además de alojar en un monasterio tibetano, experiencia que no se da todos los días. También, las notables condiciones higiénicas de estos locales le proveyeron un dolorazo de guata para a mi aperrada compañera (el primero de varios).

Este pueblo, es el punto de peregrinaje más importante para el mundo budista. Ya que aquí está el árbol donde buda se iluminó y señaló el camino al resto de los terrícolas. Este poblado está lleno de monasterios y un millar de monjes, donde los más exóticos son los occidentales. Estos pelados vestidos color conchovino, quienes de alguna manera se fueron en volada (con mucho respeto), resaltan de sus pares asiáticos bastante más chicos y tímidamente alimentados. Para cachar la onda, fuimos a escuchar las enseñanzas del dharma al monasterio Thai. El ambiente estaba conformado por puros turistas occidentales participando de un retiro de 10 días de pura meditación y "limpieza" interior. El maestro resultó ser un ingles muy chanta, que abrió la sesión reproduciendo una canción llamada "love itself", desde su flamante ipod. Después de tal apertura, nos lateo una hora sobre el amor y abstracciones varias -la dura- sin ninguna coherencia, para terminar diciendo que el amor está presente en todo, incluso hace que se prenda la ampolleta que alumbra el salón. PLOP!! Lo más desconcertante era el contraste entre el ambiente de santidad -casi matemáticamente calculado- en el interior de ese monasterio, y la miseria y abundancia de niños con hambre que rondaban los alrededores. Por lo que pude averiguar, haciendo algunas preguntas por aquí y por allá, es que al parecer la acción social no se estila.

Salimos de Bodghaya en otro tren nocturno hacia Varanasi. En la espera conocimos un niñito de 11 años que había venido a peregrinar con su abuelo desde Sikkim, región perdida en los Himalayas entre Nepal, India y China. Ahí nos estuvieron contando de lo bonito que es Sikkim y de los excelentes trekkings que hay por allá (debe valer la pena ya que es segunda vez que me lo dicen). También nos dejo con la boca abierta lo curioso, inteligente y culto que era este niñito, además que hablaba un ingles perfecto (algo raro en la zona).


Varanasi

Varanasi es una ciudad sagrada para el hinduismo y data de cientos de
años (también su última mantención). Esta ciudad esta construida al borde del rio (Ganges) y tiene un sector antiguo que parece un laberinto de callejones conectados entre sí. Cabe destacar que estos callejones no solo son transitados por personas –a pie, bicicleta y/o moto- sino tambien por vacas y monos. Mas increible aun, es que conviven sin estorbarse en lo absoluto, dandose la libertad de dormir, cagar y mear donde los pillen las ganas...¿Que baño?, ¿que basurero? Pa’que estresarse,...en la calle no'mah!

Varanasi tiene un "que se yo" espiritual que atrae hordas de peregrinos de todos lados. La mayoria viene en ciertas epocas del año a darse un baño "purificador" en el Ganges, otros vienen a morir a esta ciudad bajo el supuesto que aquel que muere en Varanasi no se reencarnará de nuevo y se va derechito al cielo. En fin, la vibra
religiosa aca es potente y es dificil hacerle el quite, cosa que no hicimos. Asi que presenciamos los baños de purificacion temprano en la mañana (bastante frio), los crematorios en las tardes y hasta participamos de un matrimonio, nada mal!! Imaginence el relajo del par de novios, la parejita no se habian visto en su vida, y todo la "seleccion de personal" para el novio habia sido hecho por la mamá. Otra vez,...PLOP!! Otro exotismo de Varanasi son los sadus (hombres santos) que se pasean medio empelota y cubiertos en cenizas por el borde del ganges invitando a ponerte en contacto divino junto al gentil auspicio de un poco de opio u/o otras yerbas. Tambien es bien
visto dejar una correspondiente cooperación (en efectivo por supuesto).

Por ultimo, y muy entretenido, fue el comercio de seda en el que nos involucramos. Con motivo de financiar el viaje, a la Barbara se le ocurrio comprar unas coolisimas bufandas de sedas y otras
pilchas. Asi que partimos recorriendo tiendas, fabricas, etc, etc. En el proceso conocimos todas las etapas de la fabricacion de la seda, y como cual paisa, terminamos negociando sentados a lo indio y tomando Tchai (te con leche local), acompañadps de nuestro amable proveedor, Farooq. Notable.

Entremedio de la estadia en Varanasi, fuimos a tres lugares, Khajurao, Orcha y Lucknow. Del primero conocimos sus templos, del segundo sus castillos, y en el ultimo fuimos a buscar un nuevo proveedor de sedas del "Fair Trade".

Khajuraho, Orcha y el "Fair Trade".

Khajuraho es un pueblito al que hay que acceder depues de un tren nocturno y un bus de cuatro horas, pero bien vale la pena. Aqui hay un complejo de templos que evocan todo tipo de reacciones en la cara de los visitantes. Cada uno de estas construcciones, que estan emplazadas en un limpio y flamante parque, tienen una inspiracion erotica evidente. En cada una de las representaciones, se pueden ver todo tipo de posiciones de parejas e incluso trios, todo lo anterior con motivo de invocación a la fertilidad humana. ¿Se imaginan pinturas, o más bien posters, en la catedral de Santiago invocando el mismo motivo?...Ja!

Desde Khajurao nos fuimos a Orcha en otro bus que se caia a pedazos, igual no mas que todos los demas en los que hemos andado. El viaje, aparte de lento y sacudido, es entretenido. Los locales se interesan en interactuar con nosotros, nos compartieron comida y hasta le hicieron critica y recomendacion literaria a la Barbara. Orcha, es otro pequeño poblado al borde del (no me acuerdo del nombre), fue el asentamiento de unos feudos riquisimos donde se construyeron una serie de grandes castillos y tumbas de exquisita arquitectura mugal (mezcla de musulmana e hindusta). Lo triste es el penoso del trabajo patrimonial y restaurativo que se ha hecho. Con decirles que recontruyen con cemento y no con el material y tecnica original. En fin, aqui nos relajamos por cuatro dias caminando por el campo salpicado de estas antiguas mansiones, las que recorrimos por todos sus recobecos y pasadisos ingeniosamente pensados.

Para llegar a Lucknow tuvimos que tomar el tren que salia desde Jhansi, ciudad (horrible) a ocho kilometros de Orcha. No quedaban asientos reservados en segunda, asi que obligados a viajar en
compartimiento general. Esto implica, subirse a codazos al tren, conseguir a codazos un asiento y cuidar el asiento como si fuese lo mas preciado en esta vida. Nada de estresante la situacion. Al terminar el viaje, el cual es todo un espectaculo, tuvimos una conversacion con un ingeniero indio que estaba muy sorprendido
con que nosotros viajaramos en esa clase. Lo sorprendente de la conversacion, fue como nos habló abiertamente del sentido de inferioridad que sienten hacia el hombre occidental y que en eso refugiaba muchos de los problemas de la sociedad india. PLOP!!

En Lucknow solo nos quedamos una noche en un hotel horroroso al frente de la bulliciosa estacion de trenes y buses. Poco importaba, ya que estabamos en busqueda de la preciada seda. Llegamos hasta aca solo porque queriamos comprar a productores que tuvieran el sello de "Fair Trade" (¿se acuerdan de lo que les conte de Barcelona?). En fin, la idea es comprar a los productores a un precio justo con lo cual puedan sustentar un nivel de vida digno, es decir, acceso a salud, educacion, credito y vivienda, bajo la comercializacion apropiada de su mejor destreza: las telas. Con todo este idealismo desbordante, llegamos hasta el primer proveedor a visitar, el tipo -muy agradable e igualmente sorprendido- nos lateo un buen rato hasta que nos
mostro una seleccion de su inventario. Para nuestra decepcion, se trataba de cualquier cosa menos lo que andabamos buscando, onda pisos para baños, toallas y otros articulos de casa. Nos quedaban
solo unas cuantas horas y nos faltaban dos proveedores mas por visitar, asi que rapidamente nuestro agradable anfitrion nos contacto con el segundo proveedor, Ashis, quien nos paso buscar y nos mostro sus trabajos. Esto fue todo un acierto, no para el negocio, ya que no tenian el tipo de seda que buscabamos, pero si lo fue
para conocer de cerca el animo, funcionamiento y beneficios de una empresa parte del "Fair trade". Para hacer la descripcion corta, SEWA es el nombre de esta empresa que significa: "Self Employment Woman Assosiation", para la cual Ashis es un empleado más. Esta fue fundada por una mujer, Runa Banerjee, que al ver el nivel de explotacion al que se veian sometidas estas rurales artesanas por parte de los mercaderes, logró convencer a un grupo de ellas para formar una asociacion a traves de la cual pudiesen comercializar directamente sus productos a precios de mercado. Hoy tienen el estandar de calidad más alto de la industria vendiendo sus produtos en toda India, e incluso en Londres y Paris. Gozan de un crecimiento del 17% anual, 5000 artesanas trabajando actualmente (mas una larga lista de espera), progamas educacionales, salud, microcredito, participacion ciudadana, etc, etc. En fin, lo mas importante e impactante, fue el orgullo, la confianza, profesionalismo y satisfaccion que reflejaban este grupo de artesanas. Gracias a este tipo de iniciativas, ellas encuentran una salida real de la pobreza y marginacion que les ha tocado vivir. Simplemente, emocionante y ejemplar. Una suerte poder conocer tan de cerca esta increible obra (sewa_lko@rediffmail.com). Finalmente de Lucknow salimos con las manos vacias pero a la vez muy contentos, asi que seguimos el consejo de Runa, y nos devolvimos a Varanasi a comprar las sedas, mandar las a Chile y partir de noche a Agra a conocer el Taj Mahal.

Agra

Agra, como toda ciudad india, es sucia, contaminada y fea. Aun asi atrae a un monton de turistas gracias al Taj Mahal y el Agra fort, dos grandes atracciones. En India, y especialmente en el noroeste, abundan las ciudades con fuertes en estado de ruina debido a su pasado feudal. Cada region o ciudad pertenecia a una especie de comarca gobernado por algun mahara. En el caso de Agra, el mas importante fue Akbar, quien gracias a la inteligencia y diplomacia logro extender su imperio e influiencias por gran parte del norte de India.

LLegamos a una hostal que para nosotros fue una oasis en el camino. Si bien no era barata, al menos era limpia, bien atendida y tenia un jardin central donde se podia conocer a otro viajeros. De hecho, conocimos a una pareja de australianos en sus cincuentas, que venian viajando en moto desde Londres y pretendian llegar hasta Australia. Nos contaron sobre la experiencia de tremendo viaje y lo que es manejar en estos paises...ufff. Inevitable fue acordarme de Saavedra.

Como se pueden imaginar, todo en India toma mucho tiempo, ya que la muralla burocratica es enorme, asi que tomar pasajes de tren para el proximo destino es todo un hue#%#$. El primer dia lo dedicamos a conocer el fuerte y comprar los benditos pasajes. El fuerte es espectacular y enorme. Tiene gigantescas salas construidas en marmol puro y tallado con un detalle exquisito. Ademas de estar adornado con piedras de distintos colores formando figuras de flores de varios tipos, obviamente todo concebido en una simetria perfecta. La arquitectura estaba dispuesta para que el rey atendiera a sus subditos y posteriormente se dedicara a "juguetear" (termino utilizado por nuestro guia) con algunas de sus 5000 mujeres recluidas para sus entreteniemiento en el palacio. Ya al nochecer, se le dedicaban todo tipo de bailes, comidas, juegos y agazajes para deleitar a su majestad y sus invitados,....¡que vida! Se cuenta que sus invitados solian quedarse tres meses jugando y aprovechando las dependencias del palacio (¿quien no?).

Al dia siguiente salimos a ver el amanecer al Taj Mahal. Nos tomamos un cicle rickshaw (taxi a pedales) que nos llevo hasta esforzadamente a la puerta, donde despues de caminar unos cinco minutos en la obscuridad llegamos hasta la boleteria. PAF!!, esa fue la sensacion al pagar la entrada. Por el hecho de ser extranjero te cobran varias veces el precio que paga un indio. Nos apuramos, y a punta de apretujones nos pudimos localizar en un buen punto para contemplar la salida del sol frente a tal magnifico edificio. Sacamos unas cuantas fotos (incluso la de rigor), y nos dirigimos a conocer por dentro este famoso mausoleo. Si bien todo el detalle y la perfeccion de su construccion te impresiona, el precio del ticket lo opaca. Ya que uno tiene grandes expectativas, y finalmente solo se puede ver la tumba central. No se puede recorrer ninguna cupula o torre adyacente al feretro donde guardan al "finao".
Existen otro edificios alrededor del Elefante blanco, pero a nadie le interesa levantarse a las 5:30 AM para ver esos comodines. Quedamos con gusto a poco,...sin duda otra mula indu. En lo que quedo del tiempo, aprovechamos de relajarnos, ver los emails y salir a comprar al "centro", mientras esperamos nuestro tren hacia Jaipur.

Jaipur

A Jaipur llegamos con 4 horas de retraso, algo comun en el hacinado y concurrido ferrocarril indio. Aunque la ciudad figuraba
bastante bien y un poco mas limpia que las anteriores, el atraso concebido nos condujo a un hotel de cuarta o quinta, localizado en un barrio de taller de autos muy cercano a la estacion de trenes. La vecindad era un asco y pa'colmo andabamos los dos enfermos, yo de refrio y la Barbara de la guata. La ciudad es bastante grande y tiene un casco antiguo que fue repintado para la visita de Clinton. Este es bien bonito y da la sensacion,..a veces, de ser transportado al siglo pasado. Ahi adentro recorrimos el palacio y un par de museos bastante piolas, donde el mejor atractivo eran las pintas de sus guardias, con turbantes que llegaban hasta el suelo. Uno de ellos, para variar un poco, me ofrecio opio (PLOP!). Tambien por ahi mismo, pudimos visitar un observatorio astronomico-astrologico de hace unos cientos de años, el cual tenia todo tipos de instrumentos a tamaño natural,...reloj solar incluido. Nos perdimos poder ver una pelicula de Bolliwood al Raj Mandij, cine icono de esta cultura,...pero se nos paso no más. Antes de partir hacia Jodpuhr, pasamos a conocer el zoologico. Mejor no haber ido. Estos pobres animales los tienen igual de hacinados que a sus congeneres humanos, y en un estado de depresion y locura penosos. Onda osos, tigres y leones caminando en redondo cada uno en su celda,...¿existe alguna diferencia entre esto y una carcel o un manicomio?

No crean que Jaipur no vale la pena, pero definitivamente el hostal y el estado de animo hacen gran parte de la visita.

Jodhpur

Asi fue como en Jodhpur, a pesar del retraso del tren, los locales de la hostal nos estaban esperando en la estacion de tren. Considerando la hora , 12:30 de la noche, se agradece llegar a una ciudad donde todo nos estaba preparado. Para que decir la hostal,...era increible! Simple y muy bien decorada, e igualmente de barata que las anteriores. Para colmo, tenia una terraza en el techo, hecha en mosaico, con una vista al fuerte que vigila la ciudad. Ahi, frente a tal pintura, nos sentamos a gozar una de las escasas cervezas bien heladas antes de ir al sobre.

La gran atraccion y quizas la unica en Jodhpur, es el mentado fuerte. El cual ha sido conservado, restaurado y promovido como cualquier museo Europeo. Este y tiene un audio tour que explica cada detalle y contextualiza la visita muy bien. Fue la mejor visita "cultural" que hemos hecho a lo largo de India. Ademas tiene una espectaulares vistas al valle-ciudad que lo circunda, donde las casas se funden en estrechos laberintos pintados en un color indigo (mezcla entre celeste y morado). Una verdadera postal desde la altura. Aprovechamos tambien de caminar por los alrededores del fuerte y encontramos un restaurant de comida indu muy bueno. Siempre comemos en la calle, asi que si más encima encontramos algo mejor, exelente.

Jaisalmer

De aqui partimos a Jaisalmer, en el extremo oeste del pais. Este es otro ex-feudo, muy bien conservado, con un fuerte-museo que vale la pena conocer. Esta ubicado en el desierto y esta construido en pura piedra. Donde cada una de ellas puede llegar a tener un nivel de detalle increible. Aparte de lo anterior, la idea era tomar desde aqui un paseo en camello por tres dias en el desierto de Thar. Yo apenas me subo a un pony y ahora me iba a subir a una de estas girafas por tres DIAS!!

Partimos el paseo y todo bien, el grupo lo componian un mexicano, una sueca, un ingles y los dos camelleros (uno era un niño de 10 años aprox),...todos muy buena onda. Aunque nos habian prometido que iriamos a una zona poco transitada (off the beaten track), al parar en la primera aldea saltaron como resorte los cabros chicos con el clasico sermon: "name, country, rupee, chocolate, pen", porsupuesto que nunca habian visto un turista....mmmmm. Seguimos camino hasta que llegamos a las dunas donde acampariamos, todo bien. Salimos a darles una vuelta y nos parecio raro el vientecillo ese, las nubes se acercaban, pero filo, estamos en el desierto y aqui segun el proverbio local: "un niño puede alcanzar la edad de siete años y no ver una sola gota de lluvia". Paso lo increible, nos llovio en la noche con truenos y relámpagos. Pa’ colmo, ni siquiera teniamos un plastico para cubrirnos, asi quedamos mojados como diuca. ¿Que nos esperaría para la siguiente noche? Durante el dia, seguimos recorriendo el desierto, que desbordaba entre unos colores y sombras
muy llamativos, templado por un viento bien fuerte. En cuanto a manejar un camello,…uff, es bastante raro, ya que me hacia caso vez por medio y sabia perfectamente quien mandaba. Ademas que cuando uno le tira las riendas, este camelido estira su cuello tan cerca de uno, como para pegarte una languetada. Curioso animal. Para la segunda noche nos tomamos una casa de un aldeano, asi no mas, violacion de la propiedad privada. Según el guia, el propietario andaba en algun matrimonio. La idea era refugiarnos de la lluvia (que no se repitio) y amenizar la sobremesa-fogata a puro cantico local.

Udaipur

Desde Jaisalmer salimos a Udaipur en un viaje de diez y ocho horas, interminable. Finalmente llegamos al destino un POCO cansados, pero la ciudad es definitivamente la mas bonita y limpia que nos ha tocado conocer. Esta construida y rodeada por cerros que la protegieron de ataques enemigos en el pasado. Tambien, como buen feudo, tiene un gran palacio donde vivía el Mahara y su sequito de mujeres. En los picos de las montañas que rodean la ciudad, se construyeron una serie de fuertes para vigilar cualquier acercamiento enemigo a la ciudad. La guinda de la torta y principal atractivo, es el palacio blanco que esta construido en el mismísimo lago el cual solo funcionaba como casa de juerga del mahara (que vida). Su unico acceso es por bote, o a través de un supuesto paso subterraneo que lo conecta con el palacio principal. Para terminar esta latera descripcion, el resto de la ciudad se construyó alrededor del palacio y tiene un parque exepcional que invita a echarse una siestecita, algo muy escaso en la zona.

Por primera vez, en muuuucho tiempo, nos mandamos una tarde de pura chilenidad y algo de peruanidad. Por coincidencia nos topamos con dos grupos de amigos que habiamos conocido por distintos lados, asi que fuimos a celebrar tan suertudo encuentro a la terraza-techo de un local donde nos tomamos algunos brebajes, mientras gozabamos una amena conversacion junto a la envideable del palacio en la mitad del lago. Ya de noche, seguimos la conversa en un local muy casero comiendo los mejores curries de mi estadia en este país, especialmente uno de zapallo. El grupo era compuesto por un chileno y un peruano que salieron a darse un año sabatico viajando, pero cada uno en sentido inverso. Los otros dos son una pareja de chilenos (con algun lejano parentesco) que anduvo trabajando en Nueva Zelanda por un año y ahora se habían lanzado en viaje por el mundo. Lo pasamos muy bien y sin ni siquiera una palabra en otro idioma.

Bundi

Desde Udaipur seguimos a Bundi, para bajar el ritmo un poco en este pueblito bastante tranquilo antes de seguir hacia el norte. Nos costo un dia entero llegar a alli, e hicimos una parada en Chittorg, donde habia otro gran castillo y unas cuantas ruinas. La verdad es que no las apreciamos mucho, ya que habia sueño, hambre y calor. Ademas, conocer por conocer, no tiene ningun sentido y deja de ser placentero. Finalmente llegamos a Bundi, despues de peliar un rato con los locales que nos querian meter otra mula (lo que no es muy raro).
Bundi es algo asi como Litueche, no muy grande y no muy chico, bien localizado pero aislado a la vez. Es uno de esos pueblos donde no pasa mucho, solo basta con caminar y apreciar la rutina diaria. El escenario que rodea este pueblo es aun mas agradable, ya que esta encajonado entre dos cerros que parecieran venirse encima. Desde uno de ellos, cuelga un palacio abandonado, actualmente solo habitado por monos. Este tiene una imponente arquitectura y unas puestas de sol de postal. Rodea todo lo anteriormente descrito, una muralla destinada a proteger toda esta ciudadela.

Otra cosa fue la hostal. De partida era muy casera y atendida por la familia anfitriona, donde las mujeres hacian toda la pega y el par de hombres presentes se dedicaban el dia entero a peinarse y acicalarse frente al espejo…¿Qué onda? El resto de los huespedes en la hostal era de lo mas diverso, tanto en edades como en estilos, donde nosotros eramos los menores (por un par de decadas al menos), lo que no nos privó de echar la talla relajadamente. Entre ellos habia un pintor que andaba trabajando (pintando paisajes de la india por tres semanas), un ingeniero y un mago, más una señora gordita muy alegre con alguna acendencia hindu. Ella venia a conocer al mahara de Jaipur (nos repitio mil veces que tenia algun parentezco con él). Por unos cuatro dias nos sentimos como en una casa, casi con en Chile…saaaaahhhhh! Cuento aparte fue la pareja de neozelandeses que conocimos ahí por coincidencia, era un matrimonio cincuenton que les encantaba viajar y que tenian un espiritu bastante aventurero, pero a la vez eran muy aterrizados. Habian viajado por India hace treinta años y ahora, ya habiendo criado a sus dos hijos y acumulado un par de propiedades, se retiraron para mochilear durante parte del año. El secreto, vivir austeramenente y comprar algunas cosas en cada destino para venderlas entre sus amigos. Definitivamente no descubieron la polvora, pero si que la hacen bien. Obviamente ya tenemos alojamiento en Auckland.

Otro aspecto que le llama la atencion a cualquier visitante en India, y que comentamos con varios de los huespedes en la hostal en Bundi es el abierto toqueteo entre los hombres. De hecho, se ve, en todas las esquinas y en todas las edades, parejas de amigos de la mano o abrazados. Sin embargo, ni por casualidad, uno ve el mismo comportamiento en parejas de distinto sexo. PLOP!! Frente a tal extraño comportamiento incluso sacamos una teoria. Concluimos que se trata de un problema de oferta y demanda. Como la oferta de oportunidades de interaccion con el sexo opuesto es tan escasa, ya que como aun sigue funcionando la tradicion del matrimonio arreglado entre las familias y como las mujeres deben pasar guardadas en la casa (lejos de la presencia masculina) preparandose para el dia del matrimonio, a los machos no les queda otra que andar de la mano los amigotes.

Delhi

A Delhi llegamos a la mañana siguiente del atentado a un tren a 80 km al norte de la ciudad. Llegamos con una pequeña sensacion de miedo, no por los atentados, sino por la ciudad en si . Nos habian hablado de lo dificil que era como ciudad, que la pobreza, que el ruido, que la contaminacion, que el caos, que las estafas, etc,…¡nada! Puras exageraciones, nos sentimos super a gusto y esta ciudad no es ni un decimo de lo que es Kolcatta (ex Calcutta). Quizas ya estamos muy aclimatados, pero en Delhi se huele progreso, orden y hasta un toque europeo de más. Con decir que existe un arco del triunfo como el de Paris, grandes avenidas y una zona bien pituca. Nos alojamos en la zona a donde llegan todos los mochileros, el Gran Bazar. Ahí todo aquel que sale o llega a India, pasa unos dias. Como lo dice su nombre, es un TREMENDO bazar donde se puede encontrar de todo, especialmente telas, zapatos y adornos de todo tipo, tambien en todas las cantidades. Es el lugar para comprar souvenirs y/o hacer algun negozzio.
Durante las dos noches que estuvimos ahí, paseamos por algunos lugares importantes de la ciudad, como el citado arco del triunfo, el museo nacional, el barrio de las embajadas y Connaugh place. Tambien, y en realidad lo mas importante, fue comprar, enviar y preparar todo lo necesario para continuar nuestro viaje hacia el norte y Nepal, lo que implica pasajes, guias, ropa, etc, etc. Cruzamos la ciudad entera para acceder a las picadas mas variadas, desde software hasta pilas para mi camara. El mercado de PCs es simplemente gigantesco, y da la sensacion de que la revolucion informatica que se esta dando en este pais, es en serio.
En lo culinario, nos fuimos a dar un festin a un restaurant famoso por muchas guias y muy recomendado por un chileno amigo de nosotros. Se trataba de un menu de carnes (cordero) en el barrio musulman que resultó ser un fiasco. Nos gastamos una fortuna, por unos platos caros, recocidos y pobres. Kareem es el nombre, no vayan ni por casualidad.

En el tren desde Delhi hacia Rishiquesh (no llega hasta ahí exactamente, pero ese era nuestro destino inicial) conocimos a un par de señoras muy devotas. Estas peregrinas viajaban desde Bangalore para conocer a un swami (monje) que era importantisimo. Cuento corto, nos hablaron maravillas de este y otros swamis, de lo fantastico del ashram al que iban y hasta nos invitaron a acompañarlas. Horas antes se nos habia perdido la guia de viaje asi que encantados aceptamos tan acogedora invitacion. Despues de unos cuantos “tramites” nos aceptaron y nos quedamos en este tranquilo monasterio hinduista con el fin de apreheder un poco de su religion y ver la posibilidad de practicar un poco de yoga desde la fuente misma. Los hechos fueron bastante lejanos de las expectativas. Primero, en el monasterio no se practicaba yoga, ni tampoco meditacion. De eso nos dimos cuenta rapidmente debido al ver el volumen de cada monje, literalmente, “no paraban de servirse”. Segundo, en este monasterio manejaban un hospital, asi que los religiosos estaban un poco mas ocupados que lo normal, ademas que no nos dieron mucha pelota. Tercero, estas agradables señoras, tomaron un papel de madre adoptiva no deseado por nosotros y nos tuvieron un dia entero entre templos y ceremonias a las cuales no les habriamos dado ni un minuto. Imaginense que te lleven a los treinta años como si tuvieras cinco a una procesion por la virgen del carmen,…¿que tal? Finalmente, la salida salio facil, ya que los monjes pidieron que nos despacharamos ya que habian muchos peregrinos viniendo al monasterio (musho), por lo que nesecitaban tener la pieza disponible. Osea, nos echaron diplomaticamente.

Cuento aparte era la comida. ¡Que manera de darse! Durante ese dia y medio no tuve nunca hambre, ¿lo pueden creer? Estos guatones comian como bestia cinco veces al dia. Aunque haya sido solo comida vegetariana, con esa cantidad y ese sedentarismo, en un mes me echo diez kilos encima. Los curries y los dulces eran de primera. No puedo dejar de mencionar, el espectaculo que significa ver comer a estas santidades. Amasan el arroz, lo manosean, lo acarician, lo mezclan con distintos curries, lo vuelven a monosear, se lo llevan a la boca, y finalmente no solo se chupan los dedos, sino la mano completa. Plop!! Ahhhh, infaltable el flato al final de la merienda. Finisimo. Fue imposible no imaginarme la cara de mi padre si estuviera compartiendo la mesa con estos comensales.

2 Comments:

At 9:43 PM, Anonymous Anonymous said...

Que bien escrito, aunque no he estado en Calcuta me senti ahi. Muy lindas fotos, la que mas me gusto fue la de los ninos en movimiento, excelente toma. Te pasaste la pagina esta muy entretenida.
Ori

 
At 7:26 PM, Blogger Francisca said...

Está muy entretenida, te felicito. Mi papá no perdió su plata, aprendiste a escribir muy bien!

 

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